El 8 de mayo de 2002 se inaugura el Campus Calasanz y todas sus instalaciones, entre ellas la biblioteca académica “Miguel Alemán V.”

La biblioteca tiene como objetivo proporcionar a la comunidad estudiantil y docente de la institución información especializada del área económico- administrativas para apoyar el desarrollo de los procesos de enseñanza - aprendizaje, de investigación, docencia y difusión de la cultura a través de las colecciones documentales y tecnologías de información.

Es por ello que es un área fundamental para el desarrollo de las actividades académicas del área económico- administrativa, al disponer de importantes espacios para que los estudiantes dispongan de bibliografía suficiente, tecnología de información que les permita satisfacer sus necesidades académicas y de investigación sin necesidad de trasladarse a la biblioteca central del campus torrente.

Su acervo lo conforman libros, videos, revistas y colecciones especiales del área económico- administrativas y del área médica preferentemente.

El nombre de la Biblioteca Miguel Alemán V. es en agradecimiento al donativo realizado por la fundación también así llamada, el cual ascendió a $2’341,341 habiendo sido entregado a nuestras autoridades por el Lic. Fernando Castro y Castro, director de la citada fundación.

La biblioteca tiene capacidad para 100 lectores en 345 mts2, sobre los que se distribuyen: sala de lectura, área para el acervo con la modalidad de estantería abierta, acondicionada y amueblada pensada en la comodidad de los usuarios. Cuenta además con sistema de seguridad para resguardar el acervo documental, así como equipo de cómputo de vanguardia.

Los recursos electrónicos con los que se dispone se consultan y recuperan gracias al programa de Formación de Usuarios y a la tecnología con la que se dispone y se adquiere y actualiza el acervo bibliográfico de los nuevos planes de estudio de acuerdo al nuevo modelo académico basado en competencias.

La biblioteca cumple con los estándares de calidad solicitados por los diferentes organismos certificadores. Su funcionamiento está determinado por las directrices que indica el Sistema Bibliotecario de la UCC.